fecha de respuesta: 02.11.2024
La ley protege no sólo ante productos defectuosos, sino también frente a servicios mal prestados. El TRLGDCU establece que el consumidor puede exigir la correcta prestación del servicio, su repetición sin coste adicional, o la restitución de pagos si no se logra un resultado satisfactorio. Además, si el servicio defectuoso causa perjuicios (por ejemplo, daños en el coche), el prestador responde por la reparación y la indemnización. El taller o profesional debe actuar con la diligencia debida y responder de su culpa, ya sea en la manipulación o en la elección de piezas. También aplica la hoja de reclamaciones y la posibilidad de arbitraje.