fecha de respuesta: 24.11.2024
Sí, la legítima defensa ampara no sólo la propia integridad, sino la defensa de otra persona contra una agresión ilegítima. Se requiere que el defensor actúe para repeler el peligro, que la agresión sea real e inminente y que la respuesta sea proporcional. Si se cumplen estos requisitos, se exime la responsabilidad penal, incluso si el agresor muere en el forcejeo. Debe demostrarse que la víctima defendida no podía protegerse por sí misma y que el defensor no excedió los medios necesarios para neutralizar la agresión. Así, el homicidio se justifica legalmente, sin sanción penal.