fecha de respuesta: 03.11.2024
La publicidad que asocia personajes infantiles con alimentos poco saludables (altos en azúcar o grasas) es objeto de autorregulación (Código PAOS) y supervisión por Sanidad y Consumo. Si la campaña usa dibujos animados para incitar a un consumo excesivo o trivializa la dieta equilibrada, podría considerarse práctica irresponsable. Tampoco se debe menoscabar el rol de los padres o fomentar un hábito perjudicial para la salud. No está prohibido usar personajes, pero se exige un tono moderado y no prometer beneficios irreales. Las autoridades o Autocontrol pueden exigir su rectificación si viola el código de publicidad infantil.