fecha de respuesta: 22.11.2024
El paciente, si tiene capacidad de decisión, puede negarse a permanecer ingresado y solicitar el alta voluntaria, pese a la recomendación del médico. El centro debe explicarle detalladamente los riesgos de marcharse y registrarlo por escrito. Si el paciente insiste, se le da el alta voluntaria, eximiendo de responsabilidad al equipo (salvo supuestos de perturbación mental que impida el juicio adecuado). No se puede retener por la fuerza a un adulto lúcido, salvo que exista riesgo para terceros (enfermedades infectocontagiosas graves) o sea un caso de internamiento psiquiátrico forzoso regulado judicialmente. Así, se respeta la autonomía del paciente pero se documenta la disconformidad.