fecha de respuesta: 02.12.2024
La medicina defensiva consiste en la práctica de solicitar pruebas o tratamientos innecesarios para cubrirse ante posibles reclamaciones, priorizando el miedo a la demanda sobre el criterio clínico. No es mala praxis per se, pero puede incrementar costes y someter al paciente a estudios superfluos. Podría considerarse una conducta poco ética si excede los límites de la prudencia, o vulnera el principio de no maleficencia. La mala praxis es la negligencia contraria a la lex artis que causa daño. La medicina defensiva busca eludir riesgos, no causar daño, aunque puede perjudicar la eficiencia asistencial. Lo ideal es la justa indicación de pruebas según protocolos y la información suficiente al paciente.