fecha de respuesta: 01.12.2024
Si el difunto estaba casado en gananciales, antes de aceptar la herencia conviene liquidar ese régimen para determinar qué bienes corresponden al cónyuge supérstite y cuáles entran en la herencia. Así se evita confusión de patrimonios. El heredero puede solicitar la disolución y liquidación en la misma escritura o en un acto previo. Es importante porque, de no hacerse, se desconoce el activo hereditario real. El viudo conserva su 50% de gananciales y la herencia abarca el otro 50%, más bienes privativos. Sin este paso, la partición sucesoria puede ser errónea o incompleta.