fecha de respuesta: 15.01.2025
Si el juez descubre que el supuesto poder o mandato es falso, que la firma fue falsificada o que hay una simulación de representación, puede declarar nulo el acto y dejar sin efecto las actuaciones realizadas en virtud de ese poder. A ello se suman posibles responsabilidades penales contra quien falsificó la firma o fraguó el documento. El procurador está obligado a verificar la autenticidad del poder que presenta. El tribunal, antes de admitir el procurador, revisa la validez del mandato (apud acta o notarial). En caso de fraude, se sanciona y se reponen las actuaciones, privando de validez a lo actuado bajo la apariencia de representación inexistente.