fecha de respuesta: 22.12.2024
En muchos despachos se ofrece un servicio integral: el abogado asesora y defiende, y el procurador se encarga de la representación. Aunque colaboren estrechamente, legalmente son dos profesionales distintos, con honorarios diferenciados. Generalmente, se firman dos hojas de encargo o un contrato único que desglose los conceptos correspondientes. No es obligatorio un contrato separado, pero debe quedar claro cuánto cobra cada uno. El procurador no depende jerárquicamente del abogado, aunque actúen juntos. La ventaja es la simplificación para el cliente: en el mismo despacho recibe la defensa y la representación ante los tribunales.