fecha de respuesta: 11.11.2024
En el arbitraje de derecho, el árbitro aplica estrictamente las normas jurídicas y dicta el laudo conforme a ellas, igual que un juez. Suele preferirse en disputas complejas o de elevado importe, donde se requiere seguridad jurídica. En el arbitraje de equidad, el árbitro decide según criterios de justicia y razonabilidad, sin atenerse estrictamente a normas legales, sino buscando la solución más justa para las partes. Se emplea en conflictos donde la relación personal es clave o en el ámbito familiar o comunitario. Las partes deben acordar expresamente si el árbitro fallará en derecho o equidad; por defecto, se presume de derecho si no se estipula otra cosa.