fecha de respuesta: 09.11.2024
El arbitraje institucional se administra a través de una entidad especializada (por ejemplo, la Corte de Arbitraje de Madrid, la Corte de la Cámara de Comercio Internacional, etc.) que fija reglas, nombra árbitros, gestiona el proceso y resuelve incidentes. En cambio, el arbitraje ad hoc no se somete a una institución, sino que las partes acuerdan sus propias reglas o usan un reglamento de referencia (como la CNUDMI), gestionándose el procedimiento sin el apoyo de una corte. El arbitraje institucional da estructura, prestigio y claridad de normas, reduciendo fricciones organizativas. Suele ser más costoso en tasas, pero brinda seguridad, por lo que muchas empresas lo prefieren.