fecha de respuesta: 17.12.2024
La Ley 5/2012 establece que la mediación es confidencial y el mediador está obligado al secreto profesional. Si viola esta confidencialidad divulgando información a terceros, incurre en responsabilidad civil por los daños que cause y puede enfrentarse a la inhabilitación en su registro de mediadores. Incluso podría haber implicaciones penales si la revelación de secretos ocasiona perjuicios relevantes. La base de la mediación es la confianza, de modo que la ley protege fuertemente la confidencialidad. El mediador debe ser muy cuidadoso con la documentación y las declaraciones de cada parte, pues son reservadas.